A continuación os expongo, en base a mi experiencia personal y estudios realizados, una propuesta de modelo didáctico. Creo que desde el gobierno deben empezar a dejarse de lado las diferencias ideológicas y comenzar a trabajar en un plan verdadero que piense de una vez por todas en nuestros niños, que al final son los únicos perjudicados de todos los juegos inútiles que desempeña el poder. Dejen la educación para los que la tienen y el futuro de nuestros hijos en paz.
Contexto y destinatarios del modelo didáctico; experiencia personal
Me
gustaría comenzar esta actividad haciendo una breve introducción sobre el
concepto de la didáctica. La didáctica es una ciencia de la educación cuyo
objetivo es atender a los procedimientos de enseñanza-aprendizaje para actuar
en ellos, con la meta de lograr en el educando formación intelectual, por lo
tanto para la didáctica el saber hacer es muy importante, al igual que saber
por qué se hace (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Esta
práctica tiene lugar dentro del ámbito escolar, y en este caso los
destinatarios serán los alumnos que se encuentren en la edad de 10 años o lo
que es lo mismo, en quinto de primaria.
El
acto didáctico tendrá lugar en una clase cuya duración será de dos horas una
vez al mes durante todo el curso lectivo y será impartido dentro de cada clase
en la que se hallen los alumnos de la edad citada con anterioridad, y en el
caso de que el curso terminara de manera satisfactoria para todos alumnos, el
siguiente año volvería a impartirse para los nuevos alumnos de quinto, pero en
el caso de que el curso no desarrollara en los alumnos las competencias
deseadas se les seguiría aplicando dependiendo de las necesidades específicas
de cada uno, añadiendo todas las modificaciones necesarias, en base a los
fallos detectados, para lograr que todos los alumnos consigan adquirir la
totalidad de los contenidos impartidos.
El
programa y los contenidos serán desarrollados por un pedagogo y serán
impartidos por los profesores o tutores de los alumnos a los que va destinado
el programa, ya que son los propios profesores los que mejor conocen a sus
alumnos y los que mejor pueden hacer llegar a todos los discentes los
contenidos deseados.
Este
caso práctico va a tratar sobre la necesidad de advertir a los alumnos de todos
los peligros que se encuentran dentro del uso de las nuevas tecnologías, para
que puedan disfrutar de todas las ventajas que estas nos proporcionan, tanto en
el ámbito escolar como en el resto de ambientes. Creo que es a partir de los
diez años cuando los niños empiezan a tener un uso más importante de las
tecnologías, en un mundo en el que cada día van apareciendo instrumentos nuevos
aplicables perfectamente a la educación, pero también dichas tecnologías pueden
traernos graves problemas para nuestros niños cuando estos no han recibido toda
la información necesaria para poder sacarles el máximo partido, previniéndoles
de todos los peligros con los que pueden encontrarse, por ejemplo en el uso de
internet.
Yo,
como alumno, crecí en la época en la que las tecnologías comenzaban a
evolucionar de manera importante, y se iban gradualmente introduciendo en las
casas y en los centros escolares con el fin de servir de ayuda y complemento al
estudio, a la vez que para hacernos adquirir las competencias necesarias para
que el día de mañana pudiéramos estar preparados para la vida laboral, pero al
menos en mi caso, por parte del centro escolar nunca se me informó sobre todos
los peligros que se encontraban dentro del uso de las tecnologías, y aunque yo
tuve la suerte de que en casa mis padres sí que supieron hacerlo, algunos
compañeros sufrieron graves daños por no tener la información necesaria.
Hoy
en día el uso de las tecnologías está muchísimo más extendido y es muy habitual
ver a niños de muy temprana edad hacer uso de ellas, por lo que creo que si en
un principio, la tecnología era algo emergente y ya era necesaria una enseñanza
completa desde todos los campos que esta abarca, ahora se hace mucho más
necesaria esta enseñanza dada la gran importancia que tiene en estos momentos en
nuestras vidas.
Perspectivas, teorías y modelos
didácticos
Dentro
de las perspectivas didácticas, en este caso, la perspectiva práctica es muy
importante, puesto que es muy necesario que los alumnos usen las tecnologías,
para que así, dentro de un ambiente controlado puedan ir surgiendo los
problemas. Para este enfoque el contexto es algo fundamental, y precisamente
eso es lo que quiere conseguirse con este modelo didáctico, que los alumnos, en
un ambiente controlado puedan experimentar y sufrir los problemas derivados del
mal uso de las tecnologías y así poder solucionarlos antes de que les ocurra a
gran escala en sus vidas fuera del aula.
Cada
grupo de alumnos tiene unas características distintas, y aquí la perspectiva
sociocrítica gana en importancia, ya que aunque se les puede inducir a los
alumnos a que experimenten ciertos problemas, siempre van a surgir otros con
los que no contábamos, por lo tanto son los profesores los que deben producir
distintas teorías para dar solución a todos los problemas y transformar la
realidad social. Esta perspectiva trata de cambiar la sociedad y el currículum
desde la enseñanza, y dado la importancia que cobran las tecnologías hoy en día
es muy importante cambiar la sociedad a través del buen uso de las mismas y que
estas se utilicen para generar todos los contenidos y conocimientos posibles
para que esta sea cada vez una sociedad mejor, y en ese proceso podamos
participar todos.
Este
modelo didáctico trata de poner el foco en el alumno, el cual está por encima
de toda enseñanza, por lo tanto si la teoría seguida no está siendo efectiva, deberán
analizarse los fallos, cambiarse y adaptarse a las necesidades de cada uno
guiando también al alumno a que genere por él mismo sus propios aprendizajes.
De
la perspectiva emergente los alumnos deben quedarse con todos los valores y
respeto que demanda esta sociedad, no se les debe enseñar sólo a evitar los
peligros derivados del uso de las tecnologías, sino que se les debe enseñar a
que con su uso creen inteligencia, aprendan a aprender y fomenten el respeto
hacia todas las personas, sean de la raza o condición social que sean. Los
alumnos deben aprender a colaborar entre ellos y darse cuenta de que con esa
colaboración, la inteligencia y los conocimientos que son capaces de generar
son muchísimo más grandes que si actúan de manera individual. Deben incluirse
también en este modelo valores que les ayuden a comprender la importancia que
tiene el respeto al medio ambiente y las repercusiones que un mal uso
continuado del mismo puede tener en el futuro aunque este no sea el objetivo de
este método.
En
este caso la perspectiva técnica se deja un poco de lado, puesto que no
buscamos generar ninguna teoría universal, ni la rigidez de una investigación
científica. Cada grupo tiene distintas características y problemas, y en base a
la observación de cada grupo y con unas pequeñas pautas comunes a todos habrá
que ir actuando, pero no se puede actuar con la rigidez que implicaría dicha
perspectiva puesto que en muchos casos será muy común que vayan apareciendo
problemas que en un primer momento no nos habíamos planteado que pudieran
surgir. Así como la unión de la perspectiva práctica, la perspectiva
sociocrítica y la perspectiva emergente pueden llegar a generar un programa
completo para que este modelo resulte satisfactorio, la perspectiva técnica lo
dotaría de una rigidez que no es la que se busca en este caso.
Una
vez vistas las perspectivas y adaptarlas y combinarlas al método cabe hacer una
mención especial a las teorías más importantes que existen dentro del campo de
la didáctica.
Dentro
de la teoría tradicional los rasgos más importantes son que el profesor es el
centro de la educación y ejerce como modelo que debe ser imitado, a la vez que
esta teoría sugiere que todo debe ser rígido y debe estar totalmente
planificado. El papel del discente en esta teoría es de sumisión al maestro
(Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Por lo tanto esta teoría, que tuvo
su auge en el siglo XIX, debo descartarla para este modelo, puesto que lo que
busco es todo lo contrario, para mi modelo el estudiante debe ser el centro, y
los métodos no tienen que ser rígidos, puesto que pueden ir apareciendo nuevos
problemas según se vaya avanzando en la resolución de los demás.
De
las teorías de la Escuela Nueva son aplicables a este método dos de las ideas
principales, el hecho de que el alumno sea el centro de la escuela y que se
aprenda partiendo de un problema objetivo siendo capaces de resolverlo mediante
la práctica.
De
las teorías humanistas podemos aplicar al método la idea del respeto hacia la
dignidad y la libertad, ya que todas las personas debemos ser tratadas de la
misma forma (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Cuando se trabaja en
grupo hay que tenerlo en cuenta, para que se cree conocimiento a raíz de la
aportación de todos los miembros.
La
transdisciplinariedad usa la teoría, la experiencia y la práctica. También hace
mucho hincapié en intentar tratar todos los problemas desde las máximas
perspectivas posibles (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Todo ello es
una gran aportación a este método, puesto que partiremos de la práctica, según
vayan surgiendo los problemas introduciremos la teoría y después, gracias a
esos conocimientos, adquiriremos la experiencia necesaria para poder solucionar
y evitar los problemas futuros.
En
cuanto a las teorías de la ecoformación, en las que se enseña mediante la
teoría, pero sobre todo mediante la práctica, el respeto hacia la naturaleza y
todas las consecuencias que pueden tener nuestros actos sobre el medio
ambiente, este método en un principio no contempla nada específico sobre estas
teorías, pero al tratarse de un método flexible, no puede descartarse que
durante la evolución de las clases surja algún problema relacionado con esta
teoría, por lo tanto en ese momento habrá que estudiarla e intentar inculcar a
los alumnos el respeto no sólo hacia las demás personas, sino también al medio
que les rodea.
Por
lo tanto, la combinación de muchos de los rasgos de las distintas teorías
formarán la más adecuada para el modelo a crear.
A
continuación, para poder entender la elección del modelo o la combinación de
varios modelos didácticos, creo conveniente realizar una pequeña exposición de
cada uno de ellos para así poder entender mejor las razones por las que se
eligen unos modelos y se descartan otros.
Dentro
de los modelos más importantes en la didáctica nos encontramos el modelo
clásico, este modelo también es denominado tradicional o transmisivo y en él,
el aprendizaje se obtiene de manera totalmente receptiva. En este modelo el
maestro es el centro de la enseñanza y el aprovechamiento del estudio por parte
del estudiante no es tomado en consideración por el maestro (Medina Rivilla y Domínguez
Garrido, 2009).
Este
primer modelo queda totalmente descartado, puesto que para mí, el alumno debe
ser el centro de la enseñanza y ésta debe adaptarse en todo momento a sus
necesidades. En esta práctica en concreto el profesor debe guiar y supervisar a
los alumnos, pero son ellos los que mediante el uso y descubrimiento de las
herramientas tecnológicas deben ir solucionando todos los problemas a los que
están expuestos para poder evitarlos en el futuro.
Otro
de los modelos importantes en lo que a didáctica se refiere es el modelo
tecnológico, para Herman Frank (1960) la aplicación de este modelo supone el
uso de artificios o medios instrumentales para la transmisión de mensajes. Son
muchos los autores que han participado en este modelo, desde Skinner, del cual
parte este modelo tecnológico hasta Carrol y Bloom e incluso Flanders, todos
ellos ayudaron a forjar este modelo (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Para este modelo didáctico en particular, el modelo tecnológico tiene mucha
importancia, no sólo por el uso de las tecnologías, que es indispensable, sino
porque el modelo tecnológico da mucha importancia a la participación del alumno
y hace hincapié en la transcendencia del uso correcto de las tecnologías, para
que los alumnos sean capaces de usar de manera correcta la enorme cantidad de
información que va creciendo exponencialmente día tras día. También este modelo
reclama la presencia en las aulas de la tecnología, pero en la mayoría de
ocasiones los problemas derivados del uso de las nuevas tecnologías no surgen
en el aula, puesto que es un lugar controlado, los problemas aparecen cuando el
alumno no es consciente de los peligros que puede esconder un mal uso de las
mismas, y al no tener la formación correcta y completa en la escuela se expone
a muchos riesgos en la vida fuera de las aulas.
Por
lo tanto cabe decir que en este modelo didáctico el modelo tecnológico va a ser
muy importante, pero el uso de las tecnologías únicamente se quedaría bastante
corto, por lo tanto este modelo debe ser completado por otro u otros para poder
dotarlo de un sentido completo.
El
modelo comunicativo, como es evidente da importancia a la comunicación y la
comunicación se basa en el intercambio de mensajes entre uno o más emisores y
recetores. Para este modelo y para los autores Rodríguez Diéguez, Titone,
Cazden, Medina y de la Torre, todos ellos muy importantes para su construcción,
la comunicación debe encontrarse en el centro del acto didáctico, y esta
comunicación debe darse tanto entre profesores y alumnos, así como entre
alumnos y consideran que de esta forma el proceso de enseñanza-aprendizaje
puede llegar a conseguirse de una manera mucho más efectiva. Dentro de este
modelo Rodríguez Diéguez hace una clasificación que lo divide en tres modelos:
informativo, interactivo y retroactivo, siendo este último el más completo
puesto que los maestros se sirven de las intervenciones del alumnado para
generar nuevos conocimientos, o lo que es lo mismo, aparece el feedback (Medina Rivilla y Domínguez
Garrido, 2009).
Este
modelo también es relevante en mi modelo didáctico y complementa perfectamente
al modelo tecnológico, puesto lo que se busca no es el simple uso de las
tecnologías y que el profesor de una charla sobre sus riesgos sin importar si
los alumnos lo han entendido o no, sino que de lo que se trata es que los
alumnos experimenten, colaboren entre ellos, expresen sus dudas a los
profesores, y estos últimos puedan ir adaptando las clases en función de las
necesidades que en ese momento vayan surgiendo, y que a raíz de un problema
determinado de un alumno, todos los demás con la ayuda del profesor puedan
crear y asimilar conocimientos.
En
cuanto al modelo constructivista, cuyos máximos exponentes son Piaget, Ausubel,
Bruner y Vigotsky, se centra mucho en el individuo y en como este obtiene
aprendizajes a través de su experiencia propia, por lo tanto cada individuo
genera su propia realidad en base a sus vivencias personales y de manera
totalmente individual con el medio ambiente (Medina Rivilla y Domínguez
Garrido, 2009).
Para
mi modelo didáctico este modelo constructivista no tiene sentido, puesto que la
importancia no reside única y exclusivamente en las experiencias individuales
de cada uno, sino que es la suma de las experiencias individuales la que ayuda
a generar un conocimiento completo y por lo tanto la interacción entre todos
los alumnos es lo que va a permitir
desarrollar el modelo al máximo y poder cumplir todos los objetivos que se
pretenden con su aplicación.
Por
último uno de los modelos importantes dentro de la didáctica es el modelo colaborativo,
este modelo tiene como grandes representantes a Cousinet, Johnson y Pujolàs, y
surge como una evolución del modelo comunicativo. El grupo pasa a ser el centro
de la enseñanza y los objetivos de éste están por encima de los objetivos
individuales, por lo tanto si el grupo es capaz de generar aprendizajes, el
individuo también habrá sido capaz de asimilarlos, siempre lejos de un clima
competitivo, en el que todo se logra por medio de la colaboración de todos los
miembros. Es necesario que cada individuo se sienta parte importante dentro del
grupo, y que se implique en él, lo que llevará a un ambiente atrayente en el
que todos se sentirán capaces de resolver, mediante todas las aportaciones,
problemas complejos que probablemente nunca habrían sido capaces de resolver
por ellos mismos de forma individual (Medina Rivilla y Domínguez Garrido,
2009).
Si
en un primer momento el modelo comunicativo parecía un complemento perfecto
para el modelo tecnológico, el modelo colaborativo lo es aún más puesto que
engloba al modelo comunicativo y lo dota de un sentido mucho más amplio.
Una
vez expuestos los modelos más importantes dentro de la didáctica lo que más se
ajusta a mi modelo didáctico es hacer una combinación entre el modelo
tecnológico y el modelo colaborativo, para que los alumnos, junto con los
profesores, mediante el uso de las tecnologías y la colaboración entre ellos
sean capaces de ir identificando todos los peligros a los que están expuestos y
hallar la mejor solución posible para que dichos problemas no vuelvan a
reproducirse en sus vidas a gran escala.
Competencias y objetivos del método
didáctico
Este
modelo didáctico pretende generar en el alumno una serie de competencias que le
sirvan a lo largo de la vida para ser capaz de identificar los peligros que se
esconden no sólo en el uso de las tecnologías sino también en todos los ámbitos
de la vida, pero esto no es lo único que se pretende con este programa, puesto
que al final acabaría teniendo un resultado demasiado individualista, lo que se
pretende es que los niños aprendan a sacarle partido a todas las herramientas
que tienen a su alcance y sean capaces de ayudar a los demás para que las usen
de manera correcta y sostenible, generando así la mayor cantidad de inteligencia
posible, para que todos los que puedan tener acceso a ella la adquieran y
mejoren si es posible. Es muy importante que los alumnos aprendan a valorar la
importancia del trabajo en grupo y de la fuerza que puede generarse en la
unión, preparándoles para el futuro, en el que la mayoría de nosotros en el
ámbito laboral acabará formando parte de un grupo, y si desde pequeño se van
adquiriendo las competencias necesarias para sacar el máximo rendimiento que
puede ofrecernos el trabajar en un grupo, después nos será mucho más fácil y
sabremos formar parte de cualquier engranaje. Este modelo también debe servir
para que los individuos sean capaces de enseñar a sus familias, amigos y en el
futuro a sus propios hijos, los conocimientos adquiridos y así poder conseguir,
o al menos intentar, que todo el mundo acabe haciendo un uso correcto de todas
las cosas.
Por
lo tanto puede decirse que manejar las nuevas tecnologías, trabajo en equipo y
competencia comunicativa son algunas de las más importantes que se buscan en
este modelo, pero no son las únicas.
Los
objetivos de este modelo están muy ligados a las competencias que se les
pretende crear a los discentes y a los profesores, porque en muchos casos los
propios profesores no son conscientes de todos los peligros a los que un mal
uso de las herramientas tecnológicas puede generar en sus alumnos.
El
objetivo más general del programa es hacer un buen uso de las herramientas
tecnológicas especialmente, pero que este buen uso pueda ser extrapolado
perfectamente a todos los ámbitos de la vida, para que siendo conscientes de
todo lo bueno y lo malo que puede ofrecernos cualquier herramienta, objeto o
situación, sepamos obtener todo lo bueno y saber generar conocimientos e
inteligencias de todo ello.
Como
objetivo más específico este método está centrado en mostrar a todos los
estudiantes que participan en él, todos los peligros a los que pueden estar
expuestos si no disponen de la información necesaria para usar de forma
independiente las nuevas tecnologías, por lo tanto el objetivo principal es asegurarse
de que todos los discentes entiendan lo que implica el uso de las tecnologías y
sean capaces de evitar los riesgos que emanan de ellas y también que sean
capaces de evitar que otras personas sufran los citados riesgos, puesto que una
debida información a tiempo puede evitar que los niños sufran daños en algunos
casos irreparables y en otros muy difíciles de reparar, los cuales casi siempre
van a necesitar de atención por parte de profesionales y que dejarán
irremediablemente alguna secuela en los niños e incluso una fobia hacia el uso
de las tecnologías, perdiéndose todo lo bueno que puede derivarse de las mismas
por no haber recibido una correcta y completa información a su debido tiempo.
Metodología y actividades
El
aprendizaje basado en problemas (ABP) aporta cuestiones muy interesantes para
empezar a desarrollar la metodología de este modelo didáctico, puesto que lo
que nos interesa es ir planteando a los alumnos problemas y que ellos sean
capaces de pensar entre los distintos grupos una solución. En este caso el
profesor sirve de guía, induce el problema y espera que los alumnos sean
capaces de ir resolviéndolo. Al contrario que en los métodos tradicionales
donde primero se dan las pautas para resolver los problemas y después se
resuelven, en el aprendizaje basado en problemas primero se plantea el
problema, después se busca toda la información necesaria que tenga que ver con
dicho problema y por último se vuelve al problema para darle una solución. Este
método lo que trata es de hacer que los alumnos se impliquen mucho más en las
tareas que tienen que desempeñar y vean la aplicación directa que estas tienen
en la vida real además de darse cuenta de la importancia que tiene el grupo (Salvatierra,
2009).
El
ABP, por lo tanto, es un método muy importante para este modelo didáctico dado
que su metodología coincide con los objetivos que pretendemos, que nos son más
que inducir a los alumnos una serie de problemas controlados, para que ellos
puedan encontrar una solución y para que puedan darse cuenta de las
consecuencias que esa serie de problemas podrían traerles fuera del entorno
controlado de la clase. Además de concienciarles de los peligros de los cuales
pueden ser víctimas, esta metodología les enseñará la importancia del trabajo
en grupo y por supuesto, dada la necesidad de trabajar con las herramientas
tecnológicas disponibles, les ayudará también a desarrollar las competencias
tecnológicas.
Como
complemento al ABP podemos encontrar los métodos de enseñanza y aprendizaje
mutuos (MEAM), para que dentro de los grupos formados con los estudiantes no se
centren simplemente en la resolución de los problemas, sino que también unos
puedan enseñar a otros y que se asignen roles dentro del grupo. En este caso el
profesor debe ir dando algunas pautas para que los alumnos puedan resolver los
problemas y deben hacerles reflexionar sobre todo el transcurso del proceso de
la resolución del problema, para que realmente se den cuenta de la cantidad de
conocimientos y destrezas que son capaces de generar y adquirir. En este método
también es común el uso de algunas técnicas como el puzzle en parejas y el
discurso de problemas (Maldonado Fort, 2011).
En
este último caso las técnicas deberán ser aplicadas a grupos más extensos
puesto que el puzzle se realiza en parejas y el discurso en grupos de 3, y este
modelo didáctico está pensado para que se pueda realizar en grupos más amplios.
La
combinación por tanto del ABP y del MEAM da como resultado un método en el que
el profesor va dirigiendo a los alumnos hacia una serie de problemas que deben
resolver mediante la fuerza del grupo para así poder generar entre todos
aprendizajes. Según vayan resolviendo unos problemas les irán surgiendo otros
que a su vez deben ir resolviendo y por lo tanto podrán entre todos
experimentar en un ambiente controlado, la gravedad de los problemas a los que
pueden enfrentarse fuera de ese entorno, y los métodos necesarios para poder
evitarlos y en el peor de los casos, resolverlos.
Son
muchas las semejanzas entre los dos métodos expuestos con anterioridad, por lo
tanto su combinación da lugar a la metodología más apropiada.
Una
vez estipulado el método hay que centrarse en las actividades, en las que hay
que procurar que los alumnos vivan experiencias que estén relacionadas
directamente con la vida real y con todas las situaciones problemáticas que se
van a ir encontrando a través del uso de las nuevas tecnologías.
Una
primera actividad puede constar de hacer una búsqueda a través de internet
sobre un determinado tema para ver como los alumnos son más o menos capaces de
saber discriminar entre la inmensa cantidad de información disponible en
internet y ver también si son capaces de navegar alejados de todos los contenidos
que no sean apropiados para su edad.
Otra
actividad puede versar sobre la creación de una pequeña red social interna, a
nivel escolar, en la que se puedan observar todos los comportamientos de los
alumnos, de manera individual y entre sí, observando sus comportamientos e
induciéndoles una serie de problemas para ver cómo serían capaces de
resolverlos y poder analizar todas las reacciones para que así aprendan lo que
debe y lo que no debe hacerse y para experimentar la utilidad real de las
nuevas tecnologías.
Son
muchas las posibilidades que nos ofrece el mundo de las nuevas tecnologías y
por lo tanto esto son dos simples ejemplos de actividades que podrían hacerse
con el alumnado, pero todo esto quedará ampliamente desarrollado en la
realización del sistema metodológico asociado a la segunda actividad.
Evaluación del modelo didáctico
Para
poder dar por finalizada la aplicación de este modelo didáctico, al menos a
nivel escolar, puesto que después cada alumno y su familia puede seguir
indagando y ampliando todos los contenidos de este programa, debemos estar
plenamente seguros de que cada uno de los alumnos ha asimilado los
conocimientos y ha adquirido las competencias que nos hemos planteado al
principio del mismo, siendo así capaz de identificar todos los problemas que
pueden surgir con el uso de las herramientas tecnológicas y más concretamente
con los peligros derivados del mal uso de Internet.
El
profesor debe ir realizando una evaluación durante todo el curso en la que sea
capaz de detectar si dentro de los grupos hay alumnos que no han adquirido bien
las aptitudes necesarias para poder desenvolverse con total seguridad en la
vida real, puesto que aunque el grupo sea capaz de resolver los problemas
satisfactoriamente, siempre puede haber algún alumno que no haya sido capaz de
adquirir todas las competencias. Por lo tanto, es muy importante que el
profesor identifique todas las carencias de sus alumnos.
Al
final del curso los alumnos deberán superar sin fallos un caso práctico
diseñado especialmente con todos los contenidos del mismo, donde se haga
especial hincapié en la gravedad de todos los problemas que hayan ido
surgiendo. Dada la gravedad de los casos que pueden derivarse del mal uso de
las tecnologías, en la resolución del caso práctico solo podrán darse como
aprobados todos aquellos alumnos que lo superen sin tener ningún fallo, puesto
que ese mínimo fallo puede ser fatal en un futuro. Todos los que cometan pocos
fallos en alguna cosa concreta tendrán que reforzar esos pequeños errores y si hay
alguno que comete muchos fallos tendrá que repetir el mismo curso con el curso
del año siguiente y habrá que reunirse con sus padres para ver el origen del
problema e intentar solucionarlo lo antes posible para evitar que pueda
exponerse a algún tipo de peligro.
Conclusiones, propuestas y
autoevaluación del modelo didáctico
Me gustaría terminar
este modelo didáctico sabiendo que todo
lo expuesto proviene de la información de la que dispongo y de mi propia
creatividad, por lo tanto este mismo modelo podría hacerse de muchas maneras
distintas, pero creo que lo importante es lograr la forma de solucionar los
problemas que en él se plantean, haciendo que los alumnos consigan crear
inteligencia a partir del trabajo colaborativo y disfruten aprendiendo, para
que más tarde puedan seguir disfrutando de todas las herramientas que tengan a
su disposición, lejos de peligros innecesarios que pueden ser evitados con un
buen programa de prevención. Debemos proteger siempre a nuestros niños ya que
si les creamos una buena base desde pequeños y les hacemos resolver problemas
adaptados a su edad, poco a poco serán capaces de ir resolviendo en grupo o con
total autonomía, cuando sea necesario, tareas cada vez más difíciles.
Yo he querido elegir este
tema puesto que creo que hay muchas familias que ven como sus hijos empiezan a
tener acceso a Internet y no son capaces de supervisarles, guiarles o ayudarles
por la simple razón de que nunca han recibido ningún tipo de formación. Cada
día existen más dispositivos móviles y me parecería un error privar a nuestros
niños de su uso, pero si que se hace muy necesario enseñarles a aprovechar
todas las herramientas de las que dispongan al máximo y con eso no quiero decir
que haya que enseñarles a usar un ordenador, porque esas competencias las van
adquiriendo prácticamente de manera automática, lo que hay que hacerles ver es
que en muchas ocasiones un error puede llevarles a sufrir grandes
consecuencias.
Me gustaría proponer a
los centros educativos que no sólo se centraran en los alumnos, en lo que a
tecnología se refiere, también deberían hacer talleres en los que los padres,
que nunca han tenido competencias informáticas, pudieran aprender a
desenvolverse correctamente en su uso y así pudieran guiar a sus hijos y
ayudarles en lo que a materias escolares y de ocio se refiere. La prevención es
la mejor solución a los problemas, pero hay que hacer un esfuerzo por conocer
cuáles son los problemas emergentes en la sociedad e intentar solucionarlos
antes de que se conviertan en algo más grave y nos cueste mucho más esfuerzo,
trabajo y dinero solucionarlos, si es que podemos.
El colegio es un lugar
importante para la educación de los hijos, pero el ámbito familiar es aún más
importante, y si descuidamos uno de los dos, o los dos, los perjudicados
siempre serán nuestros niños.
Por lo tanto hay que
decir que todo siempre puede ser mejorado, y como no, este modelo no iba a ser
menos, pero todo esto no debe caer en saco roto y la sociedad demanda a alguien
que sepa ver los problemas y anticiparse a ellos usando para ello los métodos
más apropiados para cada problema.
A modo de
autoevaluación de este modelo creo que he ido eligiendo todas las teorías,
enfoques, modelos, métodos, competencias, objetivos y actividades que he creído
más apropiadas para solucionar el problema planteado en el método desarrollado,
pero estoy seguro de que haciendo otros tipos de combinaciones también podría
llegarse a una solución favorable de los problemas, aunque probablemente no
resultara tan atractiva tanto para los profesores como para los alumnos. En este
modelo los alumnos son el centro del mismo y sobre ellos gira todo, pero el
papel de los profesores también debe ser tenido en cuenta puesto que al final
de ellos va a depender que el modelo tenga éxito o no. Soy consciente de que
este mismo modelo desarrollado por un grupo de profesionales podría ser
mejorado de manera sustancial, puesto que al final, la visión de una sola
persona no puede ser comparable a la de una inteligencia común, pero creo que
he intentado dar usando todas las herramientas de las que dispongo una solución
al problema planteado con un método que tuviera sentido y pudiera ser aplicable
teniendo en cuenta todas las características de los alumnos hacia los que va
dirigido.
Bibliografía y Webgrafía
FERNANDO
J. SALVATIERRA, (2009), recuperado de:
MEDINA,
A. Y DOMÍNGUEZ, M.C. (2009): “Formación
básica para profesionales de la educación”. Madrid, Universitas.
RICARD
MALDONADO FORT, (2011), recuperado de:
Jorge Gomera Díaz
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