jueves, 24 de abril de 2014

Modelo didáctico

A continuación os expongo, en base a mi experiencia personal y estudios realizados, una propuesta de modelo didáctico. Creo que desde el gobierno deben empezar a dejarse de lado las diferencias ideológicas y comenzar a trabajar en un plan verdadero que piense de una vez por todas en nuestros niños, que al final son los únicos perjudicados de todos los juegos inútiles que desempeña el poder. Dejen la educación para los que la tienen y el futuro de nuestros hijos en paz.


Contexto y destinatarios del modelo didáctico; experiencia personal

Me gustaría comenzar esta actividad haciendo una breve introducción sobre el concepto de la didáctica. La didáctica es una ciencia de la educación cuyo objetivo es atender a los procedimientos de enseñanza-aprendizaje para actuar en ellos, con la meta de lograr en el educando formación intelectual, por lo tanto para la didáctica el saber hacer es muy importante, al igual que saber por qué se hace (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Esta práctica tiene lugar dentro del ámbito escolar, y en este caso los destinatarios serán los alumnos que se encuentren en la edad de 10 años o lo que es lo mismo, en quinto de primaria.
El acto didáctico tendrá lugar en una clase cuya duración será de dos horas una vez al mes durante todo el curso lectivo y será impartido dentro de cada clase en la que se hallen los alumnos de la edad citada con anterioridad, y en el caso de que el curso terminara de manera satisfactoria para todos alumnos, el siguiente año volvería a impartirse para los nuevos alumnos de quinto, pero en el caso de que el curso no desarrollara en los alumnos las competencias deseadas se les seguiría aplicando dependiendo de las necesidades específicas de cada uno, añadiendo todas las modificaciones necesarias, en base a los fallos detectados, para lograr que todos los alumnos consigan adquirir la totalidad de los contenidos impartidos.
El programa y los contenidos serán desarrollados por un pedagogo y serán impartidos por los profesores o tutores de los alumnos a los que va destinado el programa, ya que son los propios profesores los que mejor conocen a sus alumnos y los que mejor pueden hacer llegar a todos los discentes los contenidos deseados.
Este caso práctico va a tratar sobre la necesidad de advertir a los alumnos de todos los peligros que se encuentran dentro del uso de las nuevas tecnologías, para que puedan disfrutar de todas las ventajas que estas nos proporcionan, tanto en el ámbito escolar como en el resto de ambientes. Creo que es a partir de los diez años cuando los niños empiezan a tener un uso más importante de las tecnologías, en un mundo en el que cada día van apareciendo instrumentos nuevos aplicables perfectamente a la educación, pero también dichas tecnologías pueden traernos graves problemas para nuestros niños cuando estos no han recibido toda la información necesaria para poder sacarles el máximo partido, previniéndoles de todos los peligros con los que pueden encontrarse, por ejemplo en el uso de internet.
Yo, como alumno, crecí en la época en la que las tecnologías comenzaban a evolucionar de manera importante, y se iban gradualmente introduciendo en las casas y en los centros escolares con el fin de servir de ayuda y complemento al estudio, a la vez que para hacernos adquirir las competencias necesarias para que el día de mañana pudiéramos estar preparados para la vida laboral, pero al menos en mi caso, por parte del centro escolar nunca se me informó sobre todos los peligros que se encontraban dentro del uso de las tecnologías, y aunque yo tuve la suerte de que en casa mis padres sí que supieron hacerlo, algunos compañeros sufrieron graves daños por no tener la información necesaria.
Hoy en día el uso de las tecnologías está muchísimo más extendido y es muy habitual ver a niños de muy temprana edad hacer uso de ellas, por lo que creo que si en un principio, la tecnología era algo emergente y ya era necesaria una enseñanza completa desde todos los campos que esta abarca, ahora se hace mucho más necesaria esta enseñanza dada la gran importancia que tiene en estos momentos en nuestras vidas.


Perspectivas, teorías y modelos didácticos

Dentro de las perspectivas didácticas, en este caso, la perspectiva práctica es muy importante, puesto que es muy necesario que los alumnos usen las tecnologías, para que así, dentro de un ambiente controlado puedan ir surgiendo los problemas. Para este enfoque el contexto es algo fundamental, y precisamente eso es lo que quiere conseguirse con este modelo didáctico, que los alumnos, en un ambiente controlado puedan experimentar y sufrir los problemas derivados del mal uso de las tecnologías y así poder solucionarlos antes de que les ocurra a gran escala en sus vidas fuera del aula.
Cada grupo de alumnos tiene unas características distintas, y aquí la perspectiva sociocrítica gana en importancia, ya que aunque se les puede inducir a los alumnos a que experimenten ciertos problemas, siempre van a surgir otros con los que no contábamos, por lo tanto son los profesores los que deben producir distintas teorías para dar solución a todos los problemas y transformar la realidad social. Esta perspectiva trata de cambiar la sociedad y el currículum desde la enseñanza, y dado la importancia que cobran las tecnologías hoy en día es muy importante cambiar la sociedad a través del buen uso de las mismas y que estas se utilicen para generar todos los contenidos y conocimientos posibles para que esta sea cada vez una sociedad mejor, y en ese proceso podamos participar todos.
Este modelo didáctico trata de poner el foco en el alumno, el cual está por encima de toda enseñanza, por lo tanto si la teoría seguida no está siendo efectiva, deberán analizarse los fallos, cambiarse y adaptarse a las necesidades de cada uno guiando también al alumno a que genere por él mismo sus propios aprendizajes.
De la perspectiva emergente los alumnos deben quedarse con todos los valores y respeto que demanda esta sociedad, no se les debe enseñar sólo a evitar los peligros derivados del uso de las tecnologías, sino que se les debe enseñar a que con su uso creen inteligencia, aprendan a aprender y fomenten el respeto hacia todas las personas, sean de la raza o condición social que sean. Los alumnos deben aprender a colaborar entre ellos y darse cuenta de que con esa colaboración, la inteligencia y los conocimientos que son capaces de generar son muchísimo más grandes que si actúan de manera individual. Deben incluirse también en este modelo valores que les ayuden a comprender la importancia que tiene el respeto al medio ambiente y las repercusiones que un mal uso continuado del mismo puede tener en el futuro aunque este no sea el objetivo de este método.
En este caso la perspectiva técnica se deja un poco de lado, puesto que no buscamos generar ninguna teoría universal, ni la rigidez de una investigación científica. Cada grupo tiene distintas características y problemas, y en base a la observación de cada grupo y con unas pequeñas pautas comunes a todos habrá que ir actuando, pero no se puede actuar con la rigidez que implicaría dicha perspectiva puesto que en muchos casos será muy común que vayan apareciendo problemas que en un primer momento no nos habíamos planteado que pudieran surgir. Así como la unión de la perspectiva práctica, la perspectiva sociocrítica y la perspectiva emergente pueden llegar a generar un programa completo para que este modelo resulte satisfactorio, la perspectiva técnica lo dotaría de una rigidez que no es la que se busca en este caso.
Una vez vistas las perspectivas y adaptarlas y combinarlas al método cabe hacer una mención especial a las teorías más importantes que existen dentro del campo de la didáctica.
Dentro de la teoría tradicional los rasgos más importantes son que el profesor es el centro de la educación y ejerce como modelo que debe ser imitado, a la vez que esta teoría sugiere que todo debe ser rígido y debe estar totalmente planificado. El papel del discente en esta teoría es de sumisión al maestro (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Por lo tanto esta teoría, que tuvo su auge en el siglo XIX, debo descartarla para este modelo, puesto que lo que busco es todo lo contrario, para mi modelo el estudiante debe ser el centro, y los métodos no tienen que ser rígidos, puesto que pueden ir apareciendo nuevos problemas según se vaya avanzando en la resolución de los demás.
De las teorías de la Escuela Nueva son aplicables a este método dos de las ideas principales, el hecho de que el alumno sea el centro de la escuela y que se aprenda partiendo de un problema objetivo siendo capaces de resolverlo mediante la práctica.
De las teorías humanistas podemos aplicar al método la idea del respeto hacia la dignidad y la libertad, ya que todas las personas debemos ser tratadas de la misma forma (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Cuando se trabaja en grupo hay que tenerlo en cuenta, para que se cree conocimiento a raíz de la aportación de todos los miembros.
La transdisciplinariedad usa la teoría, la experiencia y la práctica. También hace mucho hincapié en intentar tratar todos los problemas desde las máximas perspectivas posibles (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Todo ello es una gran aportación a este método, puesto que partiremos de la práctica, según vayan surgiendo los problemas introduciremos la teoría y después, gracias a esos conocimientos, adquiriremos la experiencia necesaria para poder solucionar y evitar los problemas futuros.
En cuanto a las teorías de la ecoformación, en las que se enseña mediante la teoría, pero sobre todo mediante la práctica, el respeto hacia la naturaleza y todas las consecuencias que pueden tener nuestros actos sobre el medio ambiente, este método en un principio no contempla nada específico sobre estas teorías, pero al tratarse de un método flexible, no puede descartarse que durante la evolución de las clases surja algún problema relacionado con esta teoría, por lo tanto en ese momento habrá que estudiarla e intentar inculcar a los alumnos el respeto no sólo hacia las demás personas, sino también al medio que les rodea.
Por lo tanto, la combinación de muchos de los rasgos de las distintas teorías formarán la más adecuada para el modelo a crear.
A continuación, para poder entender la elección del modelo o la combinación de varios modelos didácticos, creo conveniente realizar una pequeña exposición de cada uno de ellos para así poder entender mejor las razones por las que se eligen unos modelos y se descartan otros.
Dentro de los modelos más importantes en la didáctica nos encontramos el modelo clásico, este modelo también es denominado tradicional o transmisivo y en él, el aprendizaje se obtiene de manera totalmente receptiva. En este modelo el maestro es el centro de la enseñanza y el aprovechamiento del estudio por parte del estudiante no es tomado en consideración por el maestro (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Este primer modelo queda totalmente descartado, puesto que para mí, el alumno debe ser el centro de la enseñanza y ésta debe adaptarse en todo momento a sus necesidades. En esta práctica en concreto el profesor debe guiar y supervisar a los alumnos, pero son ellos los que mediante el uso y descubrimiento de las herramientas tecnológicas deben ir solucionando todos los problemas a los que están expuestos para poder evitarlos en el futuro.
Otro de los modelos importantes en lo que a didáctica se refiere es el modelo tecnológico, para Herman Frank (1960) la aplicación de este modelo supone el uso de artificios o medios instrumentales para la transmisión de mensajes. Son muchos los autores que han participado en este modelo, desde Skinner, del cual parte este modelo tecnológico hasta Carrol y Bloom e incluso Flanders, todos ellos ayudaron a forjar este modelo (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009). Para este modelo didáctico en particular, el modelo tecnológico tiene mucha importancia, no sólo por el uso de las tecnologías, que es indispensable, sino porque el modelo tecnológico da mucha importancia a la participación del alumno y hace hincapié en la transcendencia del uso correcto de las tecnologías, para que los alumnos sean capaces de usar de manera correcta la enorme cantidad de información que va creciendo exponencialmente día tras día. También este modelo reclama la presencia en las aulas de la tecnología, pero en la mayoría de ocasiones los problemas derivados del uso de las nuevas tecnologías no surgen en el aula, puesto que es un lugar controlado, los problemas aparecen cuando el alumno no es consciente de los peligros que puede esconder un mal uso de las mismas, y al no tener la formación correcta y completa en la escuela se expone a muchos riesgos en la vida fuera de las aulas.
Por lo tanto cabe decir que en este modelo didáctico el modelo tecnológico va a ser muy importante, pero el uso de las tecnologías únicamente se quedaría bastante corto, por lo tanto este modelo debe ser completado por otro u otros para poder dotarlo de un sentido completo.
El modelo comunicativo, como es evidente da importancia a la comunicación y la comunicación se basa en el intercambio de mensajes entre uno o más emisores y recetores. Para este modelo y para los autores Rodríguez Diéguez, Titone, Cazden, Medina y de la Torre, todos ellos muy importantes para su construcción, la comunicación debe encontrarse en el centro del acto didáctico, y esta comunicación debe darse tanto entre profesores y alumnos, así como entre alumnos y consideran que de esta forma el proceso de enseñanza-aprendizaje puede llegar a conseguirse de una manera mucho más efectiva. Dentro de este modelo Rodríguez Diéguez hace una clasificación que lo divide en tres modelos: informativo, interactivo y retroactivo, siendo este último el más completo puesto que los maestros se sirven de las intervenciones del alumnado para generar nuevos conocimientos, o lo que es lo mismo, aparece el feedback (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Este modelo también es relevante en mi modelo didáctico y complementa perfectamente al modelo tecnológico, puesto lo que se busca no es el simple uso de las tecnologías y que el profesor de una charla sobre sus riesgos sin importar si los alumnos lo han entendido o no, sino que de lo que se trata es que los alumnos experimenten, colaboren entre ellos, expresen sus dudas a los profesores, y estos últimos puedan ir adaptando las clases en función de las necesidades que en ese momento vayan surgiendo, y que a raíz de un problema determinado de un alumno, todos los demás con la ayuda del profesor puedan crear y asimilar conocimientos.
En cuanto al modelo constructivista, cuyos máximos exponentes son Piaget, Ausubel, Bruner y Vigotsky, se centra mucho en el individuo y en como este obtiene aprendizajes a través de su experiencia propia, por lo tanto cada individuo genera su propia realidad en base a sus vivencias personales y de manera totalmente individual con el medio ambiente (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Para mi modelo didáctico este modelo constructivista no tiene sentido, puesto que la importancia no reside única y exclusivamente en las experiencias individuales de cada uno, sino que es la suma de las experiencias individuales la que ayuda a generar un conocimiento completo y por lo tanto la interacción entre todos los alumnos es lo que  va a permitir desarrollar el modelo al máximo y poder cumplir todos los objetivos que se pretenden con su aplicación.
Por último uno de los modelos importantes dentro de la didáctica es el modelo colaborativo, este modelo tiene como grandes representantes a Cousinet, Johnson y Pujolàs, y surge como una evolución del modelo comunicativo. El grupo pasa a ser el centro de la enseñanza y los objetivos de éste están por encima de los objetivos individuales, por lo tanto si el grupo es capaz de generar aprendizajes, el individuo también habrá sido capaz de asimilarlos, siempre lejos de un clima competitivo, en el que todo se logra por medio de la colaboración de todos los miembros. Es necesario que cada individuo se sienta parte importante dentro del grupo, y que se implique en él, lo que llevará a un ambiente atrayente en el que todos se sentirán capaces de resolver, mediante todas las aportaciones, problemas complejos que probablemente nunca habrían sido capaces de resolver por ellos mismos de forma individual (Medina Rivilla y Domínguez Garrido, 2009).
Si en un primer momento el modelo comunicativo parecía un complemento perfecto para el modelo tecnológico, el modelo colaborativo lo es aún más puesto que engloba al modelo comunicativo y lo dota de un sentido mucho más amplio.
Una vez expuestos los modelos más importantes dentro de la didáctica lo que más se ajusta a mi modelo didáctico es hacer una combinación entre el modelo tecnológico y el modelo colaborativo, para que los alumnos, junto con los profesores, mediante el uso de las tecnologías y la colaboración entre ellos sean capaces de ir identificando todos los peligros a los que están expuestos y hallar la mejor solución posible para que dichos problemas no vuelvan a reproducirse en sus vidas a gran escala.

Competencias y objetivos del método didáctico

Este modelo didáctico pretende generar en el alumno una serie de competencias que le sirvan a lo largo de la vida para ser capaz de identificar los peligros que se esconden no sólo en el uso de las tecnologías sino también en todos los ámbitos de la vida, pero esto no es lo único que se pretende con este programa, puesto que al final acabaría teniendo un resultado demasiado individualista, lo que se pretende es que los niños aprendan a sacarle partido a todas las herramientas que tienen a su alcance y sean capaces de ayudar a los demás para que las usen de manera correcta y sostenible, generando así la mayor cantidad de inteligencia posible, para que todos los que puedan tener acceso a ella la adquieran y mejoren si es posible. Es muy importante que los alumnos aprendan a valorar la importancia del trabajo en grupo y de la fuerza que puede generarse en la unión, preparándoles para el futuro, en el que la mayoría de nosotros en el ámbito laboral acabará formando parte de un grupo, y si desde pequeño se van adquiriendo las competencias necesarias para sacar el máximo rendimiento que puede ofrecernos el trabajar en un grupo, después nos será mucho más fácil y sabremos formar parte de cualquier engranaje. Este modelo también debe servir para que los individuos sean capaces de enseñar a sus familias, amigos y en el futuro a sus propios hijos, los conocimientos adquiridos y así poder conseguir, o al menos intentar, que todo el mundo acabe haciendo un uso correcto de todas las cosas.
Por lo tanto puede decirse que manejar las nuevas tecnologías, trabajo en equipo y competencia comunicativa son algunas de las más importantes que se buscan en este modelo, pero no son las únicas.
Los objetivos de este modelo están muy ligados a las competencias que se les pretende crear a los discentes y a los profesores, porque en muchos casos los propios profesores no son conscientes de todos los peligros a los que un mal uso de las herramientas tecnológicas puede generar en sus alumnos.
El objetivo más general del programa es hacer un buen uso de las herramientas tecnológicas especialmente, pero que este buen uso pueda ser extrapolado perfectamente a todos los ámbitos de la vida, para que siendo conscientes de todo lo bueno y lo malo que puede ofrecernos cualquier herramienta, objeto o situación, sepamos obtener todo lo bueno y saber generar conocimientos e inteligencias de todo ello.
Como objetivo más específico este método está centrado en mostrar a todos los estudiantes que participan en él, todos los peligros a los que pueden estar expuestos si no disponen de la información necesaria para usar de forma independiente las nuevas tecnologías, por lo tanto el objetivo principal es asegurarse de que todos los discentes entiendan lo que implica el uso de las tecnologías y sean capaces de evitar los riesgos que emanan de ellas y también que sean capaces de evitar que otras personas sufran los citados riesgos, puesto que una debida información a tiempo puede evitar que los niños sufran daños en algunos casos irreparables y en otros muy difíciles de reparar, los cuales casi siempre van a necesitar de atención por parte de profesionales y que dejarán irremediablemente alguna secuela en los niños e incluso una fobia hacia el uso de las tecnologías, perdiéndose todo lo bueno que puede derivarse de las mismas por no haber recibido una correcta y completa información a su debido tiempo.

Metodología y actividades

El aprendizaje basado en problemas (ABP) aporta cuestiones muy interesantes para empezar a desarrollar la metodología de este modelo didáctico, puesto que lo que nos interesa es ir planteando a los alumnos problemas y que ellos sean capaces de pensar entre los distintos grupos una solución. En este caso el profesor sirve de guía, induce el problema y espera que los alumnos sean capaces de ir resolviéndolo. Al contrario que en los métodos tradicionales donde primero se dan las pautas para resolver los problemas y después se resuelven, en el aprendizaje basado en problemas primero se plantea el problema, después se busca toda la información necesaria que tenga que ver con dicho problema y por último se vuelve al problema para darle una solución. Este método lo que trata es de hacer que los alumnos se impliquen mucho más en las tareas que tienen que desempeñar y vean la aplicación directa que estas tienen en la vida real además de darse cuenta de la importancia que tiene el grupo (Salvatierra, 2009).
El ABP, por lo tanto, es un método muy importante para este modelo didáctico dado que su metodología coincide con los objetivos que pretendemos, que nos son más que inducir a los alumnos una serie de problemas controlados, para que ellos puedan encontrar una solución y para que puedan darse cuenta de las consecuencias que esa serie de problemas podrían traerles fuera del entorno controlado de la clase. Además de concienciarles de los peligros de los cuales pueden ser víctimas, esta metodología les enseñará la importancia del trabajo en grupo y por supuesto, dada la necesidad de trabajar con las herramientas tecnológicas disponibles, les ayudará también a desarrollar las competencias tecnológicas.
Como complemento al ABP podemos encontrar los métodos de enseñanza y aprendizaje mutuos (MEAM), para que dentro de los grupos formados con los estudiantes no se centren simplemente en la resolución de los problemas, sino que también unos puedan enseñar a otros y que se asignen roles dentro del grupo. En este caso el profesor debe ir dando algunas pautas para que los alumnos puedan resolver los problemas y deben hacerles reflexionar sobre todo el transcurso del proceso de la resolución del problema, para que realmente se den cuenta de la cantidad de conocimientos y destrezas que son capaces de generar y adquirir. En este método también es común el uso de algunas técnicas como el puzzle en parejas y el discurso de problemas (Maldonado Fort, 2011).
En este último caso las técnicas deberán ser aplicadas a grupos más extensos puesto que el puzzle se realiza en parejas y el discurso en grupos de 3, y este modelo didáctico está pensado para que se pueda realizar en grupos más amplios.
La combinación por tanto del ABP y del MEAM da como resultado un método en el que el profesor va dirigiendo a los alumnos hacia una serie de problemas que deben resolver mediante la fuerza del grupo para así poder generar entre todos aprendizajes. Según vayan resolviendo unos problemas les irán surgiendo otros que a su vez deben ir resolviendo y por lo tanto podrán entre todos experimentar en un ambiente controlado, la gravedad de los problemas a los que pueden enfrentarse fuera de ese entorno, y los métodos necesarios para poder evitarlos y en el peor de los casos, resolverlos.
Son muchas las semejanzas entre los dos métodos expuestos con anterioridad, por lo tanto su combinación da lugar a la metodología más apropiada.
Una vez estipulado el método hay que centrarse en las actividades, en las que hay que procurar que los alumnos vivan experiencias que estén relacionadas directamente con la vida real y con todas las situaciones problemáticas que se van a ir encontrando a través del uso de las nuevas tecnologías.
Una primera actividad puede constar de hacer una búsqueda a través de internet sobre un determinado tema para ver como los alumnos son más o menos capaces de saber discriminar entre la inmensa cantidad de información disponible en internet y ver también si son capaces de navegar alejados de todos los contenidos que no sean apropiados para su edad.
Otra actividad puede versar sobre la creación de una pequeña red social interna, a nivel escolar, en la que se puedan observar todos los comportamientos de los alumnos, de manera individual y entre sí, observando sus comportamientos e induciéndoles una serie de problemas para ver cómo serían capaces de resolverlos y poder analizar todas las reacciones para que así aprendan lo que debe y lo que no debe hacerse y para experimentar la utilidad real de las nuevas tecnologías.
Son muchas las posibilidades que nos ofrece el mundo de las nuevas tecnologías y por lo tanto esto son dos simples ejemplos de actividades que podrían hacerse con el alumnado, pero todo esto quedará ampliamente desarrollado en la realización del sistema metodológico asociado a la segunda actividad.

Evaluación del modelo didáctico

Para poder dar por finalizada la aplicación de este modelo didáctico, al menos a nivel escolar, puesto que después cada alumno y su familia puede seguir indagando y ampliando todos los contenidos de este programa, debemos estar plenamente seguros de que cada uno de los alumnos ha asimilado los conocimientos y ha adquirido las competencias que nos hemos planteado al principio del mismo, siendo así capaz de identificar todos los problemas que pueden surgir con el uso de las herramientas tecnológicas y más concretamente con los peligros derivados del mal uso de Internet.
El profesor debe ir realizando una evaluación durante todo el curso en la que sea capaz de detectar si dentro de los grupos hay alumnos que no han adquirido bien las aptitudes necesarias para poder desenvolverse con total seguridad en la vida real, puesto que aunque el grupo sea capaz de resolver los problemas satisfactoriamente, siempre puede haber algún alumno que no haya sido capaz de adquirir todas las competencias. Por lo tanto, es muy importante que el profesor identifique todas las carencias de sus alumnos.
Al final del curso los alumnos deberán superar sin fallos un caso práctico diseñado especialmente con todos los contenidos del mismo, donde se haga especial hincapié en la gravedad de todos los problemas que hayan ido surgiendo. Dada la gravedad de los casos que pueden derivarse del mal uso de las tecnologías, en la resolución del caso práctico solo podrán darse como aprobados todos aquellos alumnos que lo superen sin tener ningún fallo, puesto que ese mínimo fallo puede ser fatal en un futuro. Todos los que cometan pocos fallos en alguna cosa concreta tendrán que reforzar esos pequeños errores y si hay alguno que comete muchos fallos tendrá que repetir el mismo curso con el curso del año siguiente y habrá que reunirse con sus padres para ver el origen del problema e intentar solucionarlo lo antes posible para evitar que pueda exponerse a algún tipo de peligro.

Conclusiones, propuestas y autoevaluación del modelo didáctico

Me gustaría terminar este modelo didáctico  sabiendo que todo lo expuesto proviene de la información de la que dispongo y de mi propia creatividad, por lo tanto este mismo modelo podría hacerse de muchas maneras distintas, pero creo que lo importante es lograr la forma de solucionar los problemas que en él se plantean, haciendo que los alumnos consigan crear inteligencia a partir del trabajo colaborativo y disfruten aprendiendo, para que más tarde puedan seguir disfrutando de todas las herramientas que tengan a su disposición, lejos de peligros innecesarios que pueden ser evitados con un buen programa de prevención. Debemos proteger siempre a nuestros niños ya que si les creamos una buena base desde pequeños y les hacemos resolver problemas adaptados a su edad, poco a poco serán capaces de ir resolviendo en grupo o con total autonomía, cuando sea necesario, tareas cada vez más difíciles.
Yo he querido elegir este tema puesto que creo que hay muchas familias que ven como sus hijos empiezan a tener acceso a Internet y no son capaces de supervisarles, guiarles o ayudarles por la simple razón de que nunca han recibido ningún tipo de formación. Cada día existen más dispositivos móviles y me parecería un error privar a nuestros niños de su uso, pero si que se hace muy necesario enseñarles a aprovechar todas las herramientas de las que dispongan al máximo y con eso no quiero decir que haya que enseñarles a usar un ordenador, porque esas competencias las van adquiriendo prácticamente de manera automática, lo que hay que hacerles ver es que en muchas ocasiones un error puede llevarles a sufrir grandes consecuencias.
Me gustaría proponer a los centros educativos que no sólo se centraran en los alumnos, en lo que a tecnología se refiere, también deberían hacer talleres en los que los padres, que nunca han tenido competencias informáticas, pudieran aprender a desenvolverse correctamente en su uso y así pudieran guiar a sus hijos y ayudarles en lo que a materias escolares y de ocio se refiere. La prevención es la mejor solución a los problemas, pero hay que hacer un esfuerzo por conocer cuáles son los problemas emergentes en la sociedad e intentar solucionarlos antes de que se conviertan en algo más grave y nos cueste mucho más esfuerzo, trabajo y dinero solucionarlos, si es que podemos.
El colegio es un lugar importante para la educación de los hijos, pero el ámbito familiar es aún más importante, y si descuidamos uno de los dos, o los dos, los perjudicados siempre serán nuestros niños.
Por lo tanto hay que decir que todo siempre puede ser mejorado, y como no, este modelo no iba a ser menos, pero todo esto no debe caer en saco roto y la sociedad demanda a alguien que sepa ver los problemas y anticiparse a ellos usando para ello los métodos más apropiados para cada problema.

A modo de autoevaluación de este modelo creo que he ido eligiendo todas las teorías, enfoques, modelos, métodos, competencias, objetivos y actividades que he creído más apropiadas para solucionar el problema planteado en el método desarrollado, pero estoy seguro de que haciendo otros tipos de combinaciones también podría llegarse a una solución favorable de los problemas, aunque probablemente no resultara tan atractiva tanto para los profesores como para los alumnos. En este modelo los alumnos son el centro del mismo y sobre ellos gira todo, pero el papel de los profesores también debe ser tenido en cuenta puesto que al final de ellos va a depender que el modelo tenga éxito o no. Soy consciente de que este mismo modelo desarrollado por un grupo de profesionales podría ser mejorado de manera sustancial, puesto que al final, la visión de una sola persona no puede ser comparable a la de una inteligencia común, pero creo que he intentado dar usando todas las herramientas de las que dispongo una solución al problema planteado con un método que tuviera sentido y pudiera ser aplicable teniendo en cuenta todas las características de los alumnos hacia los que va dirigido.

Bibliografía y Webgrafía

FERNANDO J. SALVATIERRA, (2009), recuperado de:

MEDINA, A. Y DOMÍNGUEZ, M.C. (2009): “Formación básica para profesionales de la educación”. Madrid, Universitas.

RICARD MALDONADO FORT, (2011), recuperado de:



Jorge Gomera Díaz

lunes, 31 de marzo de 2014

La atención y el aprendizaje

Aquí os dejo un pequeño trabajo de investigación que he hecho mostrando un poquito la importancia de la atención en los procesos de aprendizaje.

El nivel general de alerta, también llamado nivel general de activación o nivel general de vigilancia, afecta a la estimulación de la función cerebral y a la forma en la que reaccionamos ante las señales de alarma (Anaya Nieto, 2009, p. 63).
La atención selectiva hace referencia a las diferencias de activación entre las distintas redes neuronales por lo que también puede ser llamada atención en su sentido más estricto (Anaya Nieto, 2009, p. 63).
Una vez introducidos brevemente los términos nivel general de alerta y atención selectiva se puede proceder a definir el aprendizaje como la “adquisición de conocimientos, especialmente en algún arte u oficio” (Real Academia de la Lengua Española [RAE], 2005).
El cerebro es el lugar donde se produce el aprendizaje, y para que dicho aprendizaje se produzca leyes como la Ley de Yerkes-Dodson nos explican las relaciones entre el nivel general de alerta y el rendimiento cerebral demostrando que la capacidad de productividad se incrementa a la par que lo hace la activación, pero sólo hasta llegar a un cierto nivel, puesto que sobrepasados esos niveles de activación el rendimiento comienza a disminuir (Anaya Nieto, 2009, p. 63).
En cuanto a la atención selectiva también puede decirse  que tenga importancia en el aprendizaje, puesto que si se concentra toda la atención en algo determinado se favorecerán los intercambios sinápticos de esa zona determinada y por lo tanto se ayudará a lograr el aprendizaje (Anaya Nieto, 2009, p. 64)

Existen distintos factores como la emoción, el sueño, la alimentación, etc…, pero en este caso podemos decir que el nivel general de alerta y la atención selectiva, que a su vez forman parte de la atención, son importantes para favorecer el aprendizaje.
La atención y todos los procesos cerebrales que se derivan de ella forman una parte esencial en el proceso de aprendizaje, pero para que este proceso de aprendizaje se realice de una manera positiva, los niveles de activación y atención deben estar dentro de unos límites, puesto que unos niveles bajos o unos niveles altos de dichos factores llevan a un proceso en el que el rendimiento en el aprendizaje puede descender de manera importante.
Estudios como los de los psicólogos Robert Mearns Yerkes y John Dillingham Dodson desarrollan una relación entre motivación y rendimiento con la teoría de la “U” Invertida, también conocida por la Ley de Yerkes-Dodson debido al apellido de sus inventores. Esta Ley expone la relación directa entre la motivación o activación y el rendimiento, pero sólo hasta un nivel determinado, puesto que una sobre activación hará que el rendimiento baje. Un claro ejemplo de esta teoría podemos encontrarlo en un estudiante que tiene una motivación muy baja, que también puede ser equivalente a un alumno aburrido, al que es importante que motivemos, pero siempre teniendo presente que dicha motivación será efectiva hasta llegar a cierto punto, puesto que si sobre motivamos al alumno los resultados volverán a ser similares que cuando se encontraba en un grado de estimulación bajo. Un estudiante con un grado de activación muy alto puede llegar a colapsarse, puede entrar en una situación nerviosa que le haga obtener peores resultados académicos que un estudiante con un grado de motivación más moderado (Vera Ruiz, 2009).
Como todas las teorías, la teoría de la “U” Invertida, ni es la única que versa sobre la atención ni es aceptada por todos, puesto que hay más investigadores que han realizado sus propias teorías y hay otros que la cuestionan.
David McClelland, en su Modelo de las Tres Necesidades, afirmó que la mayor parte de la gente tiene y muestra una combinación de la necesidad de logro, necesidad de poder y autoridad y necesidad de asociación, entendiéndose por necesidad de logro el superar mediante el esfuerzo las propias metas que uno mismo se marca, la necesidad de poder y autoridad es aquella que nos hace querer influir, enseñar o animar a los demás para que puedan llegar a conseguir sus propias metas y por último la necesidad de asociación es aquella que nos hace querer interactuar con el resto de la gente. Para McClelland las personas en general son una mezcla de estas necesidades, pero no necesariamente en partes iguales por lo tanto su rendimiento en distintas áreas dependerá de la necesidad o mezcla de necesidades hacia las que se incline. Una persona que tenga grandes necesidades de logro puede ser un buen líder, así como una persona con gran necesidad de poder mostrará un gran compromiso con lo que hace (Mendez Benavides, 2009).
Como acabamos de ver en la teoría de McClelland los distintos aprendizajes pueden lograrse en función de las necesidades que desarrolle cada individuo, y no dependiendo, como en el caso de la teoría de la “U” Invertida de que el nivel de atención sea alto o bajo.
Estas dos teorías anteriores parecen coincidir en que una persona equilibrada en sus necesidades y con unos niveles de atención óptimos será capaz de lograr el aprendizaje de manera eficaz.
En tiposde.org se puede observar que dentro de la atención, no existen sólo el nivel general de alerta y la atención selectiva, puesto que si hablamos de los mecanismos usados por los individuos también nos encontramos con la atención sostenida y la atención dividida y si hablamos del nivel de control de voluntad existente entonces nos encontramos con la atención voluntaria e involuntaria.
La atención sostenida es aquella en la que necesitamos estar  concentrados en una determinada tarea durante un gran periodo de tiempo y la atención dividida es aquella en la que el individuo es capaz de prestar atención a varios estímulos a la vez.
En relación con el nivel del control de la voluntad, atención involuntaria es aquella en la que el sujeto no se dirige hacia los objetos o situaciones de forma intencionada y no tiene nada que ver con las necesidades de los individuos, ya en la niñez surge la atención voluntaria como desarrollo de la involuntaria y ya se observa cómo pueden señalarse y nombrarse objetos con independencia de los padres (TiposDe.org, 2014).
Los niños que sufren trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), tienen muchos problemas para mantener la atención sostenida y aún más si la tarea que tienen que realizar es algo repetitiva, al principio empiezan a desarrollarla de manera normal, pero rápidamente pierden el interés por la tarea, y aunque se les aliente a seguir realizándola, volverán a perder el interés rápidamente y por lo tanto su aprendizaje no podrá verse favorecido. Esta atención sostenida puede ir trabajándose y mejorándose poco a poco, debemos partir sobre la base del tiempo que es capaz un niño de mantener la atención sobre algo e ir aumentándolo en la medida que el niño sea capaz de hacerlo. Para que esta tarea sea efectiva debe realizarse de manera sistemática (psicologoescolar.com, 2012).
Un buen ejemplo de cómo afecta la atención al aprendizaje lo podemos encontrar en la atención dividida, y más concretamente en el ejemplo de una persona que es capaz de conducir y hablar simultáneamente. Cuando una persona lleva poco tiempo conduciendo tendrá muchas dificultades para poder hablar a la vez que conduce, puesto que aún no ha interiorizado bien la conducción, pero en el momento que aprenda a conducir e interiorice y automatice todos los movimientos y conocimientos, dicha persona no tendrá ningún problema para hacer esas dos cosas al mismo tiempo.
Tal y como he podido observar a lo largo de esta investigación puedo concluir que la atención es una parte importante en lo que se refiere al aprendizaje, pero ser importante no significa que sea el único factor.
Cada teoría existente sobre la atención está centrada en una de sus características, y aunque en un primer momento parezca que las distintas teorías no tienen mucho en común, juntándolas todas podemos llegar a hacernos una idea de lo importantes que son todos los factores que influyen en la atención para poder lograr un desarrollo correcto del aprendizaje y de las cualidades de cada individuo.
Es necesario conocer el cerebro humano y los procesos que se dan dentro de él para poder guiar a los individuos hacia la consecución del aprendizaje de manera efectiva, teniendo siempre en cuenta que aunque, a priori, todos somos iguales cada individuo puede tener distintas particularidades e incluso enfermedades que si se saben tratar y se sabe establecer una adecuada planificación pueden superarse, pero si por el contrario por desconocimiento se procede de manera errónea pueden causarse daños muy difíciles e incluso imposibles de superar.
Si sabemos equilibrar todos los factores que afectan al aprendizaje y al rendimiento como son la estimulación ambiental, la atención, la emoción, el sueño y la alimentación y el ejercicio físico, podremos lograr un grado de desarrollo óptimo de las capacidades del ser humano.
Jorge Gomera.

Referencias bibliográficas:
Anaya Nieto, D. (2009) Bases del aprendizaje y la educación. Madrid: Sanz y Torres

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe

Mendez Benavides, R. (2009),  recuperado de

Psicólogo escolar, (2012) recuperado de

TiposDe.org, portal educativo, (2014), recuperado de
http://www.tiposde.org/general/518-tipos-de-atencion/

Vera Ruiz, A. C. (2009), recuperado de